viernes, 12 de agosto de 2011

La senda del dragón

Autor: Eugenio D. Martínez Hurtado
N° de páginas: 595 aprox.
Género: Ciencia Ficción y Fantasía
Las 10 primeras páginas: Teniendo en cuenta de que se trata de un género que me gusta leer, esta novela empieza con los tópicos de la fantasía épica. Un mapa, unos seres encapuchados con runas y el comienzo de la historia en una taberna de maleantes y malechores donde bebe el héroe. A partir de la 8ª página toma interés la novela, cuando un desconocido contacta con el (presunto) protagonista.
¿Acabarías la novela?: Para leer la novela completa hay que rascarse el bolsillo. Personalmente pienso que es una en otras (¿miles?), aunque lo que he leído me ha gustado.

SINOPSIS
La gente normal le llama Târríen, los Heniäe, la Antigua raza, lo llaman Kharría Tarríen, los eruditos del Imperio Khardesita, versados en las ciencias y el redescubrimiento de la tecnología, se refieren a él como Therría Kherrhiia Tarríen, y los adeptos a la brujería y nigromancia de la Tierra de Arkhem lo llaman Thenrrhía Kharrhíen Tarríen. Pero, independientemente del nombre que se le dé, todo aquel que lo observe en la actualidad llegará a una misma conclusión. El mundo, tal y como lo conocemos, está languideciendo.
Los Primeros Humanos, en su afán explorador, buscaron en el negro corazón del cosmos y le encontraron. Aggleddhull despertó, y sus huestes vinieron a la tierra; un campo de cría, un mundo repleto de alimento. Los Primeros entablaron una guerra de diez mil años desde sus ciudades de plata. Y, finalmente, sólo les quedó una última opción. El fuego de la creación.
La luna se quebró en dos en los cielos, y el mundo se sumió en el polvo y la ceniza, las aguas hirvieron y crecieron hasta cubrirlo prácticamente todo. Una segunda extinción arrasó el mundo, y todas las maravillas alcanzadas por los Primeros cayeron en el olvido o se perdieron. Pero la vida continuó. Y, donde antes sólo estaban los Primeros, fueron apareciendo distintas especies, evolucionando, adaptándose. Unas imbuidas de la ciencia y la lógica, del pensamiento abstracto, otras capaces de retorcer la realidad mediante el poder de sus mentes, y otras formadas de la esencia primigenia de la creación. Todos ellos medrando en Târríen. Todos ellos herederos de los Primeros.
Ahora, la magia es cada vez más débil, los dioses de la Luz combaten en un conflicto eterno contra los dioses de la Oscuridad, los dioses Grises únicamente mantienen el equilibrio de poder, y el Gran Padre duerme desde que la civilización de los Primeros Humanos se extinguió. Sólo el portador del “Don” podrá traer consuelo a las gentes humildes. Sólo él puede inflamar la llama de la esperanza.
En este mundo se encontrarán los destinos de Regio Valerio Audax, General en jefe de la Legión Fénix, de Axenius, médico de la familia imperial y erudito, de Melinssaa`Eyna, una joven Melinssäe faro de esperanza para unos, y de fatalidad para otros, de Tharek Driss, antiguo noble de Isbandia y ahora ladrón, espadachín y amante, y de SineHard, aquél a quien los miembros de la Antigua raza llamaron “el olvidado”, además de bastardo y desheredado, que nunca logró ser un “Dragonard”, y a quién le estaba vetado el “Tránsito” al Empíreo tanto como la felicidad en la tierra.
Todos ellos vivirán un peligroso viaje a la Ciudad Vieja, capital de Jadalsi, un imperio de mil años, otrora poderoso pero ahora en decadencia. Un viaje del que no todos saldrán bien parados.

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